Las nuevas tecnologías adoptadas para el desarrollo de los cultivos traen consigo un sin número de elementos, entre los cuales se pueden mencionar: la variedad de semillas de alto rendimiento, las prácticas de riego adecuadas, los fertilizantes, los pesticidas, sembrar varios tipos de cultivos al mismo tiempo, lo que se conoce como rotación de cultivos, etc.
A continuación se detalla cada una de estas técnicas puestas en marcha por este tipo de agricultura:
Semillas de alto rendimiento
Este tipo de semillas es identificada como HYV seeds por sus siglas en inglés, poseen características propias que las hacen capaces de aprovechar mejor el agua de riego, los nutrientes. La cantidad de producto que se obtiene por superficie sembrada es superior en comparación con una semilla tradicional.
Prácticas de riego
Se sabe que el agua es necesaria para que los cultivos crezcan, razón por la que se denomina a ésta como la sangre de la vida de la agricultura.
El agua juega un papel decisivo en el desarrollo del patrón de cultivo, las combinaciones de cultivo, la intensidad del cultivo y la extensión del terreno sembrado y el ritmo estacional para cada cultivo.
Por eso, hay que tener muy en cuenta que sin un riego adecuado no es posible utilizar semillas de alto rendimiento, y tampoco se puede realizar la fertilización adecuada de las mismas.
Fertilizantes
El uso de fertilizantes es un importante ingrediente para la agricultura moderna. Con ellos se puede aumentar la productividad del cultivo de las semillas de alto rendimiento.
Sin embargo, es importante realizar la selección de biofertilizantes ya que éstos son sustentables y más amigables con el ambiente. En muchos casos dicha práctica se logra con la adición de bacterias fijadoras de nitrógeno en las semillas de alto rendimiento.
Pesticidas
Los pesticidas son sustancia químicas utilizadas para el control de las plagas que atacan a los cultivos. Sin embargo, muchos de ellos contaminan los cultivos ocasionando problemas para la salud.
En la agricultura moderna, los agricultores están adoptando el manejo integrado de plagas, (IPM) por sus siglas en inglés, como una alternativa sustentable al uso de pesticidas.
Este tipo de manejo, permite la incorporación de una serie de técnicas para controlar las plagas que atacan a los cultivos pero con un daño menor al medio ambiente.
Un ejemplo de esta práctica es sembrar cultivos resistentes a las plagas, usar control biológico con insectos que se las comen, destruir las zonas en donde ellas hacen nidos, entre otros. De esta manera el uso de pesticidas químicos es un último recurso.
Rotación de cultivos
La rotación de cultivo permite sembrar distintos tipos de cultivos en el mismo sitio por lo que se permite al suelo recuperar los nutrientes que fueron removidos por un cultivo previo.
Esta técnica está considerada como una de las más poderosas dentro de la agricultura moderna, ya que evita las consecuencias que trae sembrar el mismo tipo de cultivo en la misma área, año tras año.
Otro de los beneficios de la rotación de cultivos, es el control biológico de plagas, ya que a muchas de éstas les gusta un cultivo en específico, sembrado cada año en la misma superficie por lo que se garantizan tener comida suficiente para su crecimiento y desarrollo.
Un ejemplo de rotación de cultivos puesta en marcha por algunos agricultores ha sido sembrar cultivo de soya y otras legumbres. Gracias a esta práctica los labradores han podido reponer los nutrientes en el suelo por lo que en la siguiente temporada, en ese mismo espacio que ya tiene suficientes nutrientes, sembrarán maíz.
0 comentarios:
Publicar un comentario